La filosofía educativa de nuestra organización se basa en los siguientes principios:
Principios bíblicos y teológicos
1. Dios, el creador de todas las cosas, desea que la humanidad alcance su pleno potencial de desarrollo humano. Esto lo vemos con claridad en Efesios 4.11-16, que dice:
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, arrastrados para todos lados por todo viento de doctrina, por los engaños de aquellos que emplean con astucia artimañas engañosas, 15 sino para que profesemos la verdad en amor y crezcamos en todo en Cristo, que es la cabeza, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
2. Jesus de Nazaret estableció el discipulado cristiano como el método más importante para la formación de nuevos creyentes. La tarea de la Iglesia, pues, es «hacer discípulos», tal como lo enseña Mateo 28.16-20.
Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había señalado, 17 y cuando lo vieron, lo adoraron. Pero algunos dudaban. 18 Jesús se acercó y les dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 20 Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado. Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén.
3. Aunque toda persona que confiesa a Jesucristo como Señor puede alcanzar salvación (véase Romanos 10.9), quien comienza su carrera de fe es como un infante, en términos espirituales. Es necesario crecer en la fe, pasando de la infancia a la madurez espiritual. Esto lo vemos en Hebreos 5.11-14, que dice:
Acerca de esto tenemos mucho que decir, aunque no es fácil explicarlo porque ustedes son lentos para entender. 12 Aunque después de tanto tiempo ya debieran ser maestros, todavía es necesario que se les vuelva a enseñar lo más elemental de las palabras de Dios. Esto es tan así que lo que necesitan es leche, y no alimento sólido. 13 Pero todos los que se alimentan de leche son inexpertos en la palabra de justicia, porque son como niños. 14 El alimento sólido es para los que ya han alcanzado la madurez, para los que pueden discernir entre el bien y el mal, y han ejercitado su capacidad de tomar decisiones.
4. La educación es un proceso de enseñanza y aprendizaje en el cual todas las personas, ya sean maestras o alumnas, aprenden las unas de las otras. Desde esta perspectiva, tanto docentes como estudiantes son «educadores-educandos». La educación es un proceso comunitario propiciado por el diálogo y la interacción.
5. La meta de la enseñanza religiosa en la iglesia local es que la feligresía desarrolle un estilo de vida que refleje valores cristianos.
Principios pedagógicos
La Red Educativa Genesaret opera sobre la base de las siguientes definiciones:
- Aprendizaje: Proceso por medio del cual se adquieren nuevos conocimientos y destrezas.
- Educación: Proceso a través del cual se transmiten, desarrollan o adquieren conocimientos, actitudes, valores, destrezas o habilidades, normas o modos de comportamiento, prácticas, creencias y sensibilidades.
- Educación a distancia u «online»: Programas donde todo el proceso educativo ocurre de manera asincrónica, por medio del Internet, las redes sociales, el correo electrónico y el correo regular.
- Educación formal: Se refiere a programas de aprendizaje organizados.
- Educación «híbrida»: Programas que combinan toda una serie de modalidades para forjar la experiencia educativa, uniendo lo presencial y lo virtual, lo sincrónico con lo asincrónico.
- Educación presencial: Programas sincrónicos donde los grupos de estudio deben reunirse cara a cara, en el mismo lugar, a la misma hora, para participar de las actividades educativas.
- Educación remota: Programas sincrónicos donde el grupo debe reunirse al mismo tiempo para participar de actividades educativas, aunque la persona docente se comunique a distancia por medio de video conferencias.
- Educación virtual o digital: Se refiere a los programas de estudio que se transmiten por medio del Internet y de las redes sociales, ya sean de manera sincrónica, diferida o asincrónica.
- Formación: Un tipo de educación que se centra en el aprendizaje de destrezas específicas, por medio de un proceso de acción y reflexión.
- Escuela: Lugar o medio donde diversas personas se reúnen para aprender juntas, formando una comunidad educativa.
La Red Educativa Genesaret fundamenta sus esfuerzos educativos en la siguiente definición de «Educación cristiana»:
La educación cristiana es el proceso mediante el cual la iglesia busca que su feligresía adquiera y desarrolle conocimientos, actitudes, valores, modos de comportamiento, creencias y prácticas que reflejen la fe en Jesucristo.
La educación cristiana tiene, pues, como meta que los creyentes vivan como Cristo vivió. De este modo, podemos afirmar que la meta de la educación cristiana es que la iglesia se «despoje de su vieja naturaleza», «renueve su mente» y se «revista la nueva naturaleza» (véase Ef. 4:22-24).
El ministerio educativo de la iglesia tiene la triple tarea de formar el carácter, las habilidades y el comportamiento del creyente; informar la mente, la práctica de la fe y la vida devocional; y transformar los valores de las personas, las comunidades y las instituciones.
La educación cristiana busca que el pueblo de Dios conozca las Escrituras; madure en la fe; participe en la vida de la iglesia; y que el pueblo de Dios viva en el mundo de forma responsable.
Las disciplinas espirituales
La vida cristiana se caracteriza por la adopción, observación y práctica de las disciplinas espirituales, es decir, de los hábitos que las personas creyentes cultivan para acercarse más a Dios. Son «ejercicios» espirituales por medio de los cuales llevan a cabo actos o cultivan actitudes que facilitan discernir la acción divina, participar de la acción de Dios en el mundo y comunicar esa acción a los demás.
Las disciplinas espirituales son hábitos que llevamos a cabo regularmente. Son las decisiones que todos tomamos deliberadamente en algún momento, y que luego seguimos tomando, con frecuencia a diario, pero sin pensar en ellas. Estos ejercicios espirituales ayudan a la persona creyente a integrar elementos centrales a la fe cristiana en su vida diaria. Es decir, por medio de estas disciplinas la espiritualidad llega a formar parte de la vida cotidiana.
Es difícil hacer una lista definitiva de las diferentes disciplinas espirituales. Por ejemplo, en su libro Celebración de la Disciplina, Richard Foster identifica 12 disciplinas agrupadas en tres categorías: Las disciplinas internas (meditación, oración, ayuno y estudio); las externas (sencillez, retiro, sumisión y servicio); y las colectivas (confesión, adoración, búsqueda de asesoramiento y celebración). Por su parte, Roberto A. Rivera, en su libro Introducción a las disciplinas espirituales, habla sobre nueve disciplinas: la oración, el ayuno, la lectura contemplativa de las escrituras, la ofrenda, la asistencia a la Iglesia, la meditación, el perdón, el cuidado pastoral mutuo y la gratitud.
Conclusión
En conclusión, la Red Educativa Genesaret afirma que todos sus esfuerzos educativos deben conducir al estudiantado a cultivar y observar las disciplinas que conducen a la persona creyente a la madurez espiritual. ¿Por qué? Porque solo los agentes pastorales y el liderazgo laico que conocen, viven y practican las disciplinas espirituales pueden enseñarlas a los demás. Solo pastores y pastoras con una formación espiritual sólida pueden formar espiritualmente a sus congregaciones.
Esto quiere decir que, en unión a la excelencia académica en el estudio de las distintas disciplinas que consideran nuestros currículos educativos, la Red Educativa Genesaret recalca la importancia de la formación espiritual de los hombres y de las mujeres que está preparando para ocupar posiciones de liderazgo en la Iglesia de Jesucristo.
La meta de la Red Educativa Genesaret no es producir personas con gran conocimiento teórico de los contenidos de la fe, la Biblia y la teología cristiana, sino líderes eficaces que puedan formar comunidades de fe que tengan estilos de vida cristianos, orientadas por los valores del Reino de Dios predicado por nuestro Señor Jesucristo.